¡Bienaventuradas las palabras!


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"Solo te pido. lector, y aun te conjuro por todos los prólogos, que no tuerzas las razones ni ofendas con malicia mi buen celo. Pues, lo primero, guardo el decoro de las personas y solo reprehendo los vicios; murmuro los descuidos y demasías de algunos oficiales sin tocar en la pureza de los oficios; y al fin, si te agradare el discurso, tú te holgarás, y si no, poco importa".  Fco. Quevedo Villegas


Historia del proyecto

La filosofía nace, de la experiencia de la duda. Sin duda no hay conocimiento racional, sin duda solamente tenemos creencias que aceptamos acríticamente. Podemos diferenciar dos tipos de duda: La duda racional que no acepta ninguna de las justificaciones y explicaciones recibidas, se duda del modo de pensar que se ha recibido y desde la razón se intenta construir todo de nuevo. La duda existencial no se pierde el mundo, sino es el sentido de la existencia es el que se "pierde". No se trata de reconstruir el mundo, sino de otorgarle un sentido. Por ello, es importante que cada estudiante aprenda a planificar su propio trabajo. Adecuando esfuerzos y medios con los fines que cada estudiante se propone. A la hora de marcarse metas, puede conducir sus afanes con una herramienta que le permita conseguir sus fines.